Diferencia entre el vino reserva y gran reserva: ¿Cuál elegir?
A la hora de elegir un buen vino, todavía muchas personas no saben distinguir entre un tempranillo, un crianza o la diferencia entre un vino reserva y gran reserva. Esta clasificación tiene que ver con el tiempo de elaboración y el envejecimiento del caldo.
El mundo de los vinos se asocia a la cultura e idiosincrasia de cada región. Por dicha razón, en algunos lugares, prevalece una diferenciación según el tipo de uva. En otros sitios, importa la calidad, como es el caso de Francia. Sin embargo, en España, se tiene en cuenta el tiempo que una botella permanece en la barrica antes de su comercialización.
Las principales diferencias entre un vino reserva y un gran reserva
Para seleccionar un vino reserva o un gran reserva, hay que valorar el envejecimiento de la botella. Este dato dependerá de la bodega y el consejo regulador de la zona. Sin embargo, una serie de características según el cuerpo, color y aroma permiten orientarse de una manera aproximada.
Actualmente, la mayor parte de los vinos que se consumen a diario son jóvenes o crianza. En eventos, reuniones familiares o celebraciones especiales, es más habitual consumir alguna buena reserva.
Las características del vino reserva
La elección de un vino reserva se asocia sobre todo con la calidad. Este tipo de caldo tiene que haber superado los 36 meses de envejecimiento. El tiempo en barrica debe ser de 12 meses; y el resto, en la botella.
La posición de la botella y la iluminación son factores también fundamentales. El envase tiene que estar colocado en horizontal y lejos de la luz para evitar el paso del oxígeno.
La vida de un reserva es muy superior a la de un crianza, por lo que pueden encontrarse botellas con más de 10 años en excelentes condiciones. Para concluir, cabe indicar que el reserva marida a la perfección con carnes gelatinosas o con los guisos de caza menor.
Las características del vino gran reserva
Para hablar de calidad prémium, hay que apostar por un gran reserva. Esta denominación se emplea en España para los vinos con un mayor tiempo de crianza. En este caso, el envejecimiento es de 60 meses antes del embotellamiento. El tiempo que permanece la bebida en barrica es de 18 meses; y el resto, en la botella.
Sin embargo, los vinos blancos y rosados están menos tiempo en barrica (un total de 48 meses exactamente). En cuanto al tiempo en la botella, son unos seis meses, como mínimo.
Enseguida, se pueden apreciar las características propias de la añada, calidad, equilibrio y cualidades organolépticas, gracias al tratamiento durante el proceso del envejecimiento.
Un vino gran reserva es perfecto para combinar con los asados. También sirve para potenciar el sabor en algunos platos tradicionales. Sin duda alguna, es un vino equilibrado y redondo en el que se aprecian los aromas propios de la madera y ciertos toques de vainilla o frutos secos.
En la bodega La Heredad de Aduna, se puede degustar un rioja Reserva con unas excelentes propiedades y beneficios para el organismo. Cada uva se ha seleccionado con mucho cuidado y mimo en las mejores cepas de tempranillo, mazuelo, viura y garnacha.
Cabe indicar que algunos de los reservas han sido premiados por su enorme calidad. Una prueba de ello es el ADUNA Reserva 2009, que recibió la medalla de bronce en Decanter World Wine Awards; o el ADUNA Reserva 2008, que obtuvo la medalla de oro en el Challenge International du Vin. Si necesitas más información para conocer la diferencia entre el vino reserva y gran reserva, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.