Son las máximas pautas de calidad las que rigen el devenir de Heredad de Aduna y su producción. El elevado concepto que en Bodegas Heredad de Aduna se tiene de la elaboración de vinos, obliga al máximo rigor en cada cepa, casi sobre cada racimo. La vendimia se lleva a cabo manualmente. No podía ser de otra forma. Tras una primera selección en el propio viñedo, nuestras uvas son sometidas a otra clasificación nada más entrar en bodega. Sólo los mejores frutos se destinarán a la elaboración final de nuestros vinos. De nuevo, no podía ser de otra forma. 200.000 kilos de uva, pero de la uva más selecta, inician entonces un proceso de elaboración regido por el más esmerado control.